No vengas tú a autodiscriminarte

19 de julio de 2011

No vengas tú a autodiscriminarte

La semana pasada estaba viendo el nuevo reality show de Fox, The Glee Project. Allí están buscando un nuevo personaje para la serie musical del canal. El show está chévere, el concepto también y es bastante entretenido. A mí, particularmente, me gusta. Pero tiene un detalle que me fastidia, por lo repetitivo, la autodiscriminación.

La idea original es que el ganador debe pertenecer a una minoría. Lo entiendo. Pero considero una exageración que, durante la hora del show, los participantes lo único que hagan es competir para ver quién da más lástima. Hay un participante enanito, súper talentoso, que tiene todo para entrar en el programa, pero cada vez que lo veo está lloriqueando porque él es pequeño, porque con su tamaño le ha costado mucho lograr cosas y que eso siempre será una limitante. No vengas tú y quiérete. De hecho, el creador del programa le dijo que si él quedara lo pondría como una persona pequeña que llega a ser el más popular, no como una personita insegura.

Siempre he pensado que una persona es minoría cuando se cree minoría. Cada quien tiene habilidades y aptitudes que lo diferencian, independientemente de si es enano, negro, blanco, gay, deforme, latino, rico, pobre o lo que sea. No vengas tú a llorar y a venir a dar lástima porque eres de una forma u otra. Yo siempre pongo de ejemplo la gente que pasaban en Ocurrió Así (yo era muy niño cuando lo pasaban). Recuerdo que aparecía gente sin brazos que pintaban cuadros y eran arrechísimos.

Yo soy negro, me encanta ser negro y hasta hacer chistecitos de negro. Nunca me he sentido discriminado, ni aquí ni en otro país. Y el que diga que aquí en Venezuela hay discriminación racial debería darse una piedra en los dientes, porque ni que salga en una ley yo me voy a comer ese cuento.

No vengas tú y quiérete un pelo para que veas que las cosas te van a salir mejor. Si tú mismo te discriminas, no esperes que los demás no lo hagan.

Albert Manrique

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