10 de mayo de 2011
Invitado: No vengas tú con que “a mí me duele más que a ti”
Este NO VENGAS TÚ lo recibimos a través de novengastu@gmail.com y lo envió Daniel Mariani.
Yo tengo una tía que acostumbra a preguntarle a la gente “¿cómo te sientes?”. En primera instancia les sonará muy humanitario de parte de mi tía. Una señora buena moza con prominente copete en el que, con sumo cuidado, se ha escondido las canas pintadas dignamente con rubio natural N°110. Pero la verdadera historia es que sus intenciones son oscuras. Es cruel la vieja, en serio. Su pregunta es parte de una maniobra sigilosa que le suele funcionar y que alimenta su poderoso ego.
Si la respuesta que consigue es una queja inofensiva acerca de un dolor por una uña encajada, de una presión en la cabeza por el sereno que te cayó anoche o un malestarcito de barriga por la triple bomba que te comiste en la calle del hambre de Baruta… pues resulta que a ella siempre le va a doler más. “¿La uña? ¿En serio? Ay mana, yo me estoy cortando las uñas con un esmeril y me llevé todo el pellejito, la cutícula y las uñas de tres dedos… de los pies” / “Ojalá a mí me hubiera caído sereno… a mí me cayó con arrechera, porque me duele la cabeza, la garganta y la pelvis. Pero la pelvis fue porque tu tío anoche se puso creativo, pero ese es otro tema…” / “Justamente te iba a pedir prestado el baño porque traigo unos cólicos horribles desde temprano. Pensé que no llegaba. Por cierto, ve preparándote unas arepitas ahí que después del baño me van a quedar las tripas vacííííías”.
Mi tía es así. Es lo que hay. Eso la ha confinado a una especie de aislamiento porque, lección aprendida, ninguno de sus ocho sobrinos se queja de nada frente a ella. Ni de hambre. A mi abuelo no le pregunta nada. Supongo porque se ve a simple vista que él está peor. Entonces se ha ocupado de averiguar a cuál de las vecinas le acaban de montar las lolas, cuál fue el chamín que se cayó de la patineta esta tarde o a quién le acaban de robar el carro. Apenas lo averigua, muy atenta y para ver si puede colaborar en algo, va a hacer algunas visitas.
No seas como mi tía. Si te digo que me duele algo, no me importa que a ti te duela más; pregúntame las razones y consiénteme. Si me pasó algo fino y te quiero contar, no me interesa que si a ti te pasó algo más arrecho; sonríeme, felicítame y acéptame la invitación a tomarnos unas birras.
Si escribo algo, no vengas tú a decirme que Albert y Sindy escriben mejor que yo porque, aunque lo sé, “a mí me duele más que a ti”.
Daniel Mariani C.
Lector del blog
@dlitro
8 comentarios:
jajajajajaja...
10 de mayo de 2011, 12:05personajes como estos, sobran!
Jajajaja, eso es muy común en la gente mayor, ganas de llamar la atención y terminan haciendose cada día mas desagradables... Pero cuidado eso se pega!!!! jejejeje
10 de mayo de 2011, 16:09Jajajajaja lo que salvó este "No Vengas Tu" ha sido la última frase...
10 de mayo de 2011, 18:52<Jjajajajajajajajaajajajajajjajajajajajaajjaja....
11 de mayo de 2011, 16:21Esto está geniaaaaal!! jajajajajajajaja
Jajajjajaja Buenisimoo!
11 de mayo de 2011, 19:17sera que tu tia es mi abuela jajajajaja, nunca falta la señora que te pregunta como te sientes para decir que ella esta peor,por lo menos a mi abuela si le preguntas como se siente porque te va a decir: ahi mas o menos, pero no se te ocurra preguntarle: y eso porque? despues te echa el cuento hasta del vecino para hacerte entender que ella esta super mal en la vida, ABUELA basta todas las personas tenemos problemas, no eres la unica
23 de mayo de 2011, 10:00Oh por deoxxxx.... Esto me recordo tanto a una pana q cada vez que algo ocurre en mi vida ella necesita tener el protagonismo...
31 de mayo de 2011, 9:58No no no...
jajajajajaj muy bueno este no vengas tu
19 de julio de 2012, 18:46Publicar un comentario