Retro NVT: No vengas tú que yo no voy a misa

24 de junio de 2011

Retro NVT: No vengas tú que yo no voy a misa

Mi familia jamás ha sido muy religiosa, nunca me llevaban a la Iglesia, me metían en clases de catecismo o me obligaban a participar en alguna actividad de esta índole. A pesar de eso, durante mi adolescencia yo voluntariamente lo hice. Iba a misa todos los domingos, hice mi primera comunión, cantaba en un coro y todo. Todo un niño de su casa.

Hoy día soy todo lo contrario a aquel niño religioso. Creo que mi cuota de ir a misa en mi vida ya la pagué cuando era chamo. Por eso hoy no creo en religiones, en sacerdotes, ni en santos de cerámica. OJO, esto no quiere decir que no crea en Dios, sólo que no creo en las instituciones religiosas.

El hecho es que hace un mes fui a una boda. Y no termino de entender cómo iba yo tanto a misa. Me aburrí como nadie. Primero, todo el mundo pone cara de bueno, como si no rompieran un plato y cantan como si estuvieran en un concierto de Servando y Florentino, emocionados. A medida que pasaban las horas, sí porque eso duró una eternidad, me iba fastidiando más y más, hasta que decidí sacar mi teléfono y empecé a twittear guillao. Nunca me había divertido tanto y nunca pensé que el Twitter iba a ser tan útil. Si Jesús tiene twitter seguro me puso en su lista negra.

Las horas pasaban y el hambre arreciaba. Volteo y ni un cafetincito había en esa Iglesia. ¿Cómo se les ocurre no poner una cantina? Si una pasa tanto rato ahí por lo menos deberían vender un cachito o un refresquito. No sólo de ostias vive el hombre. En vista de la falta de comida seguí twitteando. Ya la gente empezaba a verme mal.

En ese momento, el padre invita a rezar el Padre Nuestro. En mi época esa oración se rezaba poniendo las manos en forma de ponchera. Pero no, aquí la gente empezó a agarrarse de las manos. No les había dicho, yo no estaba invitado, yo era el acompañante de una de las niñas del cortejo. Es decir, no conocía a nadie. En ese momento vi una luz y dije: CORRE. Agarré mi teléfono como si alguien me llamara y salí disparado de esa Iglesia.

Gracias a Dios salí a tiempo, porque que después de ese momento venía la paz. Entonces no sólo le tenía que agarrar la mano a la gente, sino que tenía que demostrarles falso afecto porque así lo dice un señor. Al salir, fui feliz, estuve como media hora afuera sin hacer nada pero por lo menos no hacía calor.

Sé que este post no le va a caer bien a mucha gente, pero no me importa. No vengas tú señor cura a hacer una misa tan larga y a hacernos pasar hambre. Es en serio, creo que la Iglesia podría ganar más dinero con un cafetín que con las limosnas. Por eso no me pienso casar, siendo el novio no puedo ni escaparme, ni recurrir al teléfono. O bueno seguro pediría ir de una al “sí acepto” alegando que tengo ganas de ir al baño.

Albert Manrique

@falbertmd