No vengas tú a querer ser Cenicienta

18 de octubre de 2011

No vengas tú a querer ser Cenicienta

Para que vean que no solo de Cosmopolitan se aprende, andaba yo viendo La Cenicienta cuando pensé: ¿qué niña ( o niño, se han visto casos) no ha soñado con ser La Cenienta? Sincerémonos. Tod@s hemos querido.

 Ahora bien, analicemos el cuento de Disney. ¿Quién es la Cenicienta? Una muchacha sencilla, cuyo único atributo conocido es la belleza y lo servicial que es. Un buen día, luego de años siendo despreciada y maltratada por la familia, ¡uy! me vino una historia parecida a la mente, pero ese es otro no vengas tú. Ella muy "producida" llega radiante a una gran fiesta, rápidamente, "porque ella es muy intuitiva",  ve a lo lejos al hombre de su vida, se enamora locamente de él, un príncipe.

O sea no solo era intuitiva sino bien pilas. Le entrega, no "la flor de su secreto" pero si una zapatilla "pa' que se acuerde de ella" y sale corriendo,  siempre "muy inocente", siempre "digna". Toda una dama. Él corre a buscarla, se casan y son felices por siempre jamás.

Ok, bella historia. ¿Estamos de acuerdo no? Como también estamos de acuerdo en que la niña es una "bichita/perra/ de closet", como diría Luis Fernández. No Vengas Tú. Le echó el ojo rapidito al primero que vio con posibilidades de darle una vidita mejor, sin importarle nada; sin saber realmente si podía enamorarse, porque sinceramente lo único que le dio tiempo de chequear fue la indumentaria del hombre.

No vengas tú qué "cómico" que todas queremos ser unas cenis. O sea, que lo que te somos toditas es una pedazo de perra,  esperando entregarnos "enamoradas" al  "mejor es nadie" que desesperadamente convertimos en príncipes pa' que nos saque de... Bueno pa' que nos represente pues.

No vengas tú y ¿qué tal si nos convertimos no en la ceni, sino en el hada madrina y comenzamos a producirnos solitas la vida que queremos?

Sindy Lazo

@SindyLazo