No vengas tú con tu envidia de la buena

2 de diciembre de 2010

No vengas tú con tu envidia de la buena

Este no vengas tú lo recibimos a través de novengastu@gmail.com - No los teniamos olvidados, estábamos de parranda. Ya empezamos de nuevo a publicar sus envíos. Saludos a todos.

En medio de tantas cosas que últimamente me han pasado, se me ocurrió algo, o bueno, recordé una de las miles de incógnitas que aun no logro comprender ¿Qué es eso de la envidia buena?

Y es que tantas veces lo he escuchado. Pero la verdad la frase está como un poco pa’ contradecirse, me suena como a: “te tengo arrechera, pero tranquila que es de la buena”. ¿Se supone que deba sentir alivio porque es “de la buena”? O es que de la noche a la mañana Dios creó nuevos sentimientos y yo ni me enteré. No lo creo.

Triste pero cierto, envidia es envidia, sea aquí o sea en la China. Qué lamentable es tener que justificarla con esa frase diciendo que es buena y lo peor es que te lo dicen con cara de soy bueno y una sonrisa más falsa que la del gato risón de Alicia en el país de las maravillas. Y juran que te lo creíste, tanta fue mi confusión que me puse a investigar y por lo menos yo no encontré por ningún lado (ni en google) alguna definición de envidia buena porque sencillamente no existe.

Así que la próxima vez que se alegren por alguien procuren buscarse otra frase más sincera porque hagan la prueba, mírense al espejo y repitan conmigo “te tengo envidia de la buena” y saquen sus propias conclusiones.

Mery Juliet Echarry.

Lectora del blog