3 de noviembre de 2010
No vengas tú a preguntarme cuándo me caso
Tengo una tía que vive en provincia y cada vez que me ve me hace dos acotaciones, que para ser franca me sacan de quicio y me hacen contar del uno al mil si se puede. Las dos benditas acotaciones son: ¡Tú si estas gorda! y ¿cuándo es que te vas a casar pues?
Al parecer mi tía, que es una doña, está urgida en ir a una fiesta de matrimonio o es lo que me hace pensar por tanta insistencia. Pero es que aparte de mi tía muchos de mis allegados están urgidos en que me case, como si ellos me mantuvieran o fueran a pagar la boda.
Y es que todavía vivimos en una sociedad a la usanza vieja pues. Si una tiene 30 años ya estas vieja y debes casarte, si no te quedaras a vestir santos. Pues no vengas tú a mandar en mi libertad (ojo libertad no libertinaje).
Pero vamos a ser sinceros, es rico el amor. Es más el ser humano nació para vivir en pareja (cualquiera que usted quiera), pero no vengas tú a hacerle caso a la sociedad y por la presión sucumbir y casarte.
Recuerda que luego vienen los arrepentimientos de aquellos que se casaron por la presión social para luego vivir amargados porque perdieron su libertad, su tiempo, y su felicidad.
Ezequil Solorzano
@ezeca
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