30 de noviembre de 2010
No vengas tú desde la isla
Estar una semana en Margarita, sin un Smartphone y sin internet, ha sido la peor tortura que puedo vivir. Claro, toda esa desconexión se compensa con una semana de playa, sol y descanso pleno. No hice absolutamente nada, sólo tirarme en la playa a llevar sol y a veces cociné mi comide, pero sólo a veces.
Lo peor de esa desconexión es no poder compartir con el mundo lo que uno ve. Y mira que aquí en Margarita hay bastante material. Como por ejemplo que Marjorie de Sousa es imagen de un puestico en el Mercado de Conejero y que seguramente no tiene ni idea. O que, al parecer, para salir a rumbear aquí es requisito indispensable peinarse al estilo de Dragon Ball Z, esos pelos bien parados y con bastante gelatina.
Así como esas hay muchas cosas divertidas que vi, pero que obviamente olvidé. Allí radica la importancia de tener un teléfono con Twitter, porque te permite decir lo que quieres que la gente lea antes de que se te olvide. Para mí ese tiempo entre el hecho y el olvido es como de cinco minutos más o menos.
Pero ya estoy a punto de volver con bastantes cuentos margariteños y sigo sin Smartphone. Por ahora estoy varado en el aeropuerto de Porlamar desde ayer. Esperemos que las lluvias cesen.
Albert Manrique
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