1 de noviembre de 2010

Eat, Pray, Love


Hace unas semanas Sindy me cuenta que vio la película “Eat, Pray, Love” de Julia Roberts y me comentó que lloró como una Magdalena. Automáticamente le dije: “escribe sobre eso, habla de la película”. Su respuesta fue: “¿qué voy a decir si lo que hice fue llorar y llorar?”.



En vista de que Sindy no quiso hacerlo, que la película ya llegó a nuestro país y que ya la vi, lo haré yo.



Esta película tuvo a su favor una gran campaña de promoción desde hace muchísimos meses. En todas partes se veía algo alusivo al film de la Roberts viajando por el mundo. Obviamente las primeras atrapadas fueron las niñas, porque evidentemente es una película para ellas. El resultado de todo ese ruido generado alrededor de “Comer, rezar y amar” son salas repletas de gente y entradas agotadas en todas las salas de cine.



El largometraje empieza con una Julia Roberts despidiéndose de Bali y prometiendo volver. Una vez en NYC se le ve infeliz, lo que la lleva al rompimiento de su matrimonio, consiguiendo un nuevo novio y al final agarrándose un año sabático para vivir en Italia, India y Bali. Hay que tener bastante plata para hacer esto, ¿no?



La forma en la que muestran los escenarios es espectacular. Ryan Murphy, mismo director de Glee, logra hacer que el espectador viva cada país como si estuviera allí. Las tomas de la comida en Italia son geniales, la definición de las imágenes, el caos de India y la tranquilidad de Bali. Eso sí, no hay muchas sorpresas. Puedes ver el trailer y ya sabes todo lo que va a pasar.



“Eat, Pray, Love” tiene sus momentos y frases que golpean a más de uno. Si estás sensible vas a salir arrastrado. Si eres de los que las películas no te causan nada te vas a fastidiar. Fácilmente “Eat” pudo haber sido un largo, “Pray” otro y “Love” otro. Cada verbo tiene su historia, la cual podría ser contada de forma independiente.



Por cierto, se nota que Julia ya no es la misma flaca de antes. Tiene sus rollitos y sus buenas caderas. No vengas tú a decirme que es parte del personaje porque no te creo.



A pesar de que me entretuve con este film, siento que es bastante largo. Yo siempre he dicho que si te das cuenta que es largo mientras estás en la sala algo está mal. Casi tres horas de películas es muchísimo para una historia de amor. Las mujeres van a tripear demasiado, van llorar hasta el cansancio. Yo fui con varias amigas y estuvieron toda la noche moqueando. Si eres hombre y te gustan las películas rosas la vas a pasar bien, pero si odias este género ni se te ocurra acercarte. Manda a tu novia con sus amigas, porque te vas a fastidiar de aquí a Bali.



Albert Manrique


@falbertmd

1 comentarios:

luz karina dijo...

NO VENGAS TU A ECHAR EL CUENTO DE LA PELICULA!! jejej despues de verla leere esta publicación..

2 de noviembre de 2010, 5:13

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